lunes, 27 de abril de 2009

3 puntos y un leve suspiro.

Al Atlético volvió a faltarle juego frente al Sporting, pero a cambio engañó a su afición con goles. Poco más ofrecieron los de Abel, que consiguieron un mejor resultado del que merecieron. La hinchada lo puso difícil desde el comienzo, con pitos en cualquier jugada. Daba igual que el Atlético atacara o defendiera, allí estaba su afición para recordarles el bochorno de Santander. Forlán, Simao y Agüero acallaron un poco las críticas, pero el dominio del Sporting volvió a dejar claro que sólo había sido una cuestión de pegada, no de juego.Se enfrentaban el equipo más goleado y el tercero que más goles ha recibido. Simao lo aprovechó antes del descanso para poner el segundo. El partido empezó eléctrico en el segundo acto. Agüero hizo el tercero tras una buena jugada colectiva, con un buen pase de Forlán y una definición perfecta del Kun. En la siguiente jugada, Bilic dejó las cosas como estaban tras empujar una buena jugada de Diego Castro. Cuando parecía que el Atlético había dejado el trabajo hecho, el Sporting le obligó a un esfuerzo más. Tal esfuerzo no llegó, porque el Atlético dimitió y el Sporting dominó por completo. Para el Sporting el resultado es un drama y para el Atlético un ligero resuello. La grada se marchó medio confundida. No sabía si volver a ilusionarse o si seguir enojada con los jugadores.

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